Eso es el teatro, el arte de la mentira… no, eso creíamos, es sacar de ti, aquello que siente ese personaje… Convertirte en él, que el público se traslade al momento, a la escena que ha escrito el autor/a, el dramaturgo en concreto.
Grupo teatro Jerez lo tiene claro, la «profesionalidad» que andamos buscando la encontraremos: 1º Cuando nos encontremos a nosotros mismos, como personas. 2º Cuando conozcamos nuestros límites y sepamos nuestras virtudes. Y 3º Cuando nos atrevamos a sentir, a dejarnos llevar con las emociones, con las intenciones y con el perfil de un personaje que puede estar muy alejado de nosotros o no.
El trabajo de actor es muy duro, pero a la vez muy enriquecedor, y lo estamos descubriendo gracias a Anabel y sobre todo al entusiasmo que estamos mostrando por crecer como personas (1º), como actores y actrices (2º) y como grupo (3º).
Referente a las emociones y a los sentimientos, hoy quiero dejaros el comienzo de una historia,
«Cuenta la leyenda que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:
– ¿jugamos al escondite? – La INTRIGA levanto la cara intrigada, y la CURIOSIDAD sin poder contenerse preguntó:
– ¿al escondite? ¿y cómo es eso?
-Es un juego -explicó la LOCURA – en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO se halló secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse; ¿Para qué? si al final siempre le encontraban y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no había sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse…
